Sobre el río Tuerto, afluente del Órbigo, pasan dos puentes de hierro que han sido restaurados en años recientes. El 16 de mayo de 1906 se inaugura provisionalmente el puente Victoria, también llamado puente de Requejo, en la carretera provincial 622, salida de La Bañeza a León. A dicho acto acuden las autoridades provinciales y el obispo. El nombre del puente es un homenaje a la futura esposa del rey Alfonso XIII y sobrina de la reina de Inglaterra, Victoria Eugenia de Battemberg. La prensa de la época se hizo eco del hecho:
“En el suntuoso banquete con que obsequió el ayuntamiento a los invitados se pronunciaron elocuentes brindis, proponiendo el gobernador civil al ministro de Fomento que dicha obra por ser la más importante que se ha construido en la provincia de León en estos últimos años, y para solemnizar el próximo enlace de S. M el Rey, lleve el nombre de Puente de la Reina Victoria”
Un año después, al terminar totalmente las obras, se inaugura de nuevo, esta vez de forma definitiva. Antiguamente había un puente romano que fue sustituido después por uno de madera. Tras el abandono de dos proyectos por distintos motivos, en 1894 se aprobó la construcción de un puente metálico de tres tramos Bow-string de tipo Pratt. Actualmente el puente, restaurado para su centenario en 2006, es de uso peatonal. En el caso del de Sopeña de Carneros, puentes de piedra y madera también precedieron al que nos ocupa. Cuando se construye la carretera de Astorga- Pandorado se proyecta la obra como copia exacta del de La Bañeza, eso sí, de menor dimensión (un arco frente a los tres del Puente Victoria). Se construye entre 1910 y 1919, inaugurándose el 3 de noviembre de éste último. El ingeniero fue Ángel Joaquín Abreu. En el 2008 los vecinos se movilizan contra su desmantelamiento. Entre los que abogaban por conservar el puente había dos posturas bien diferenciadas; los vecinos pedían que se conservase su ubicación original mientras que las corporaciones municipales implicadas en la reforma de la carretera que une Astorga con Pandorado proponían que se conservase pero que fuese trasladado. Finalmente, prevaleció esta segunda postura y en febrero de 2012 se reinaugura en su nueva ubicación como pasarela peatonal pero ahora ya no sobre el río Tuerto sino sobre el Argañoso.
Texto: María Gómez
Fotografía: Antonio Juárez