La Iglesia de San José de las Ventas, situada en la Plaza Juan de Austria, fue edificada entre 1928 y 1932. El templo es una de las joyas del neomudéjar leonés.
Pedro Navascués Palacio, destacado historiador de arquitectura, señala el eclecticismo como la característica predominante de la arquitectura del siglo XIX. El eclecticismo supone la combinación de elementos de distintos estilos y épocas. Este fenómeno está presente en los edificios de toda Europa. En España de desarrolla sobre todo en el segundo y tercer cuarto del XIX aunque a nuestra provincia, como tantas cosas, llegó bastante más tarde. Los arquitectos decimonónicos buscan su inspiración en los egipcios, los griegos y romanos, los bizantinos, los hindúes y, sobre todo, en la Edad Media. Surgen así los estilos neogriego, neorrománico, neogótico, neomudéjar…
La principal seña de identidad del denominado arte mudéjar es su carácter autóctono. Se trata de un estilo genuinamente ibérico, desarrollado en los reinos cristianos de la península entre los siglos XII y XVI. El mudéjar mezcla algunos elementos del románico y el gótico con otros del arte musulmán. En Castilla y León, las construcciones mudéjares se caracterizan sobre todo por el uso del ladrillo.
Los ejemplos leoneses más destacados se hallan en Sahagún. Las iglesias de Santo Tirso y San Lorenzo son consideradas obras maestras del arte mudéjar.
San José de las Ventas
Basta una mirada a la iglesia de San José de las Ventas para reconocer su deuda estética con los templos sahagunenses. El proyecto lo llevó a cabo el arquitecto leonés Juan Crisóstomo Torbado. Conviene no confundir a éste con su hijo, Juan Torbado Franco. Si bien ambos fueron arquitectos municipales, provinciales y diocesanos de León, así como figuras relevantes de la vida de la capital leonesa, su personalidad arquitectónica es totalmente diferente. Javier Pérez Gil señala “la distinta preocupación y sensibilidad hacia el Patrimonio” del hijo y afirma que “Torbado Franco no heredó la misma pasión por los monumentos, ni la iniciativa, ni la valentía de su progenitor”
Además de la singularidad arquitectónica del edificio, el interior de la iglesia de San José de las Ventas guarda un retablo del siglo XVI situado en la pared del altar. En esta pieza pictórica y escultórica se muestran escenas de la Vida y la Pasión de Cristo.
Texto: María Gómez
Fotografía: Antonio Juárez