La iglesia de Gordaliza del Pino esconde tesoros insospechados; algunos han salido a la luz, otros, aguardan su turno. Construida en el siglo XII con planta basilical de tres naves, destacan los tres ábsides dos de los cuáles conservan su factura de ladrillo románico-mudéjar. El templo se dedica a Nuestra Señora de Arbas. La advocación de Arbas viene probablemente del hecho de que los canónigos agustinos de la Colegiata de Santa María de Arbas poseían viñedos y extensiones de cereal por la zona; por ello, no es extraño que fundasen templos dedicados a la Virgen de Arbas.
Oculto, el caballero esperaba su momento. La sorpresa fue mayúscula cuando al retirar un retablo salió a la luz la pintura del siglo XVI. Si bien existen otros casos de motivos no religiosos pintados en las paredes de las iglesias, el hecho tampoco es tan común. La finura de los rasgos del rostro y unos añadidos del siglo XVIII, hicieron pensar que podría tratarse de una mujer, pero no, según la inscripción situada encima, sería un hijo del Conde Ansúrez que murió “peleando contra los moros”.
Aquí iace el fiio de don Per Ansúrez e de la condesa doña Yelo, el qual morió siendo alferze de / el rey en la b[atalla de …], peleando contra los moros; al qual dicho conde don Per Ansúrez fueron / otorgados [… todo]s los derechos e justicias que el rey avía en este lugar de Gordaliza. E / estos sobredichos conde don Per Ansúrez e con<de>ssa Yelo otorgaron todos los sobredichos derech / os, ansí como ellos los tenían, al concejo del dicho logar por servicio de Dios e iluminamiento / de su ánima, e mandaron a qualquiera que lo quebrase que fuese maldito, descomulgado e fuer / condenado [con] Judas el t<r>aidor, e vestiese la saia del cobre por mald[ito].
A los pies de la pintura se excavó un sepulcro cuyos restos no han sido datados, aunque cabe suponer que se traten del tal Fernando Pérez, hijo menor del Conde Pedro Ansúrez y su esposa Elo Alfonso. La pareja tuvo tres hijas y otro hijo varón muerto a edad temprana. Sobre Fernando Pérez, el doctor en Historia Medieval Andrés Barón Faraldo señala que:
(…) llama la atención de forma considerable el exiguo protagonismo que pareció tener la figura de Fernando Pérez en el contexto social de la época, incluso durante los años en que su padre todavía ocupaba una posición de prestigio dentro del conjunto de los poderes laicos, y que debió continuar después del fallecimiento de este último, ya que a pesar de que probablemente accediese a la jefatura de la parentela y del conjunto de los dependientes de su antecesor, lo cierto es que su estela se pierde en las montañas del norte palentino durante las primeras décadas del siglo XII, desempeñando las funciones de tenente (…)
La restauración de la pintura del caballero que fue realizada por José Luis González Santos, sacó a la luz los bellísimos colores del fondo de la imagen. Gran parte del coste del proceso fue asumido por los propios vecinos que realizaron diversas acciones para recaudar los fondos necesarios.
Ahora, el caballero se exhibe orgulloso a las miradas de quienes visitan esta singular iglesia de Gordaliza del Pino.
Texto y fotografía: María Gómez